Ser actor es un trabajo mucho  más complicado de lo que parece. Aunque para el público en general solo sean gente guapa que pone su cara delante de la cámara pare recitar algunas frases, hay un gran poso de intensidad y emociones en cada actuación. Los buenos actores no actúan, de hecho, se mimetizan el personaje hasta convertirse en él, y se despojan de todo lo que son. Esto provoca que en muchas ocasiones, los propios actores lleguen a tener secuelas, tanto físicas como mentales, a la hora de realizar papeles complicados. Ocurre en el cine, como ya pudimos comprobar por desgracia con el caso del genial Heath Ledger y el Joker, pero sobre todo en el teatro. Preparar un papel para exponerlo en directo, ante el público, noche tras noche, es una apuesta muy arriesgada. Y de hecho, los que saben de esto afirman que a un buen actor siempre se le ve sobre las tablas de un teatro.

Porque en el cine o la televisión todo es truco, artificio, montaje… pero en las tablas de un escenario no hay toma dos. Lo que deba salir saldrá, y en muchas ocasiones, los actores deben lanzarse a improvisar escenas totalmente nuevas, escritas horas antes, para sorprender al público. Es una presión muy fuerte para ellos, pero también algo excitante, que les permite desarrollar mucho más su arte y su compromiso con la actuación. En las tablas del teatro, los actores y actrices se desnudan por completo ante el público, emocionalmente hablando. Aunque es cierto que, en ocasiones, también lo hacen de forma física, dejándose ver sin ropa en las obras. El desnudo en el teatro no es tan habitual como en el cine, pero también se da en muchas obras, sobre todo aquellas independientes que quieren provocar de cierta manera. El público hoy en día ya está anestesiado ante este tipo de visiones, pero es cierto que estar en una obra con el actor principal desnudo todavía llama la atención. Especialmente si es un actor o una actriz que ya ha logrado cierto reconocimiento.  

De las pantallas al teatro

La trayectoria de la mayoría de actores suele ser muy similar, y comenzar precisamente en las tablas de un teatro. Ya sea en pequeñas compañías independientes, o en escenarios más importantes como Broadway, casi todos los grandes actores pasan por el teatro en directo antes de llegar al cine. La gran pantalla les ofrece una popularidad desmesurada que jamás conseguirían con sus obras teatrales, pero al final, el respeto se gana en el escenario.

Por eso muchos vuelven después de convertirse en estrellas, ya como reclamo para ver la obra, a subirse a los escenarios. Buscan sentir de nuevo esa pasión por la actuación en directo, y reclamar su talento como actores de primer nivel. Y si es necesario desnudarse frente a cientos de personas, no hay el menor problema.  

Hugo Silva en Hamlet

Muy reconocido en España y buena parte de Latinoamérica, Silva ha participado en numerosas series españolas en las últimas dos décadas. Desde Paco y Veva a Los Hombres de Paco, seguramente su proyecto más importante a nivel internacional. También ha protagonizado numerosas películas, como Las Brujas de Zugarramurdi, con Álex de la Iglesia, o Tenemos que Hablar, junto a Michelle Jenner. El actor ha compaginado cine, televisión y teatro, siendo asiduo a los escenarios españoles.

En la obra Hamlet, donde da vida al mítico rey de Dinamarca, Silva aparecía totalmente desnudo en el escenario. Siendo uno de los actores españoles más deseados, no es de extrañar que las imágenes de la obra corrieran como la pólvora por la red. Y es que el madrileño no se había mostrado así en ninguna de sus películas o series, y tal vez eligió el desnudo teatral pensando que no tendría tanta repercusión…  

Daniel Radcliffe en Ex

Ser elegido para representar al niño mago más famoso del mundo le cambió la vida a Daniel Radcliffe cuando apenas tenía once años. La saga de películas de Harry Potter le hizo conocido de la noche a la mañana, y el actor siguió con el personaje durante casi una década. Se hizo adulto con él, de hecho, y trató de despegarse de aquella sombra tan alargada para demostrar que era un actor realmente bueno, más allá de Hogwarts.

Radcliffe escogió el camino rápido para pasar de chico joven a hombre, participando en la polémica obra Equus, en un teatro londinense. En ella, el actor aparecía totalmente desnudo y mostraba su pene ante el público, sorprendido por aquella escena tan explícita. La noticia dio la vuelta al mundo, y en parte, Radcliffe logró quitarse de encima la imagen de niño pequeño y adorable que traía de la saga mágica, en busca de papeles mucho más maduros.  

Nacha Guevara en El Graduado

La vedette argentina Nacha Guevara ya gozaba de gran popularidad cuando decidió unirse a un proyecto cuanto menos polémico. Se trataba de El Graduado, una obra basada en la novela de Charles Webb, que obtuvo gran reconocimiento con la adaptación a la gran pantalla de 1967. Se trataba de la historia de un joven que queda fascinado por la sensualidad de una mujer mayor. Guevara hacía el papel principal junto a Felipe Colombo, muy popular en aquellos tiempos por su participación en la serie juvenil Rebelde Way.

La actriz se robó toda la atención del público en la escena en la que aparecía a media luz, totalmente desnuda, con una presencia envidiable y una valentía brutal. Su actuación mereció los elogios de la crítica y más allá de la polémica por el desnudo, Guevara fue reconocida por su gran talento en esta obra. Posteriormente, la vedette ha participado en otras producciones televisivas también desnuda, pero ningún destape provocó tanta polémica como el del teatro.  

Emilia Clarke en Tiffany´s

De la misma forma que a Daniel Radcliffe, a Emilia Clarke la vida también le cambió de un día para otro al ser elegida para una saga fantástica. En este caso, la joven actriz londinense se ganó el corazón de todos al interpretar a Daenerys Targayrean en la serie Juego de Tronos, que marcó un hito en la televisión actual. En 2013, cuando gozaba de las mieles del éxito, decidió probar suerte también en Broadway, en la adaptación de Desayuno con Diamantes.

En la obra, Clarke hacía el papel de Holly Golightly, y aparecía desnuda en una de las escenas más morbosas de la función. Varios fans lograron fotografiar el momento, y aquellas instantáneas todavía se pueden encontrar en la red. También es cierto que la actriz ya se había mostrado en todo su esplendor en la serie de televisión, pero ponerse delante de un público abarrotado sin nada de ropa encima era algo diferente… Clarke salió airosa de aquel trance, y años después, con más poder de decisión, pidió incluso a los productores de Juego de Tronos que no le pusieran más escenas desnudas.