La mayoría de nosotros hemos visto por primera vez a una mujer desnudarse en la gran pantalla, o como poco, en la pequeña. Siendo críos, seguro que en alguna ocasión nuestros padres olvidaron cambiar rápido de canal cuando una escena de alguna película se subía de tono. O sencillamente, teníamos la fortuna de dar con esa película en la televisión sin que nuestros padres lo supieran, y disfrutarla sin necesidad de censura. Los desnudos son algo habitual en el cine y lo van a seguir siendo, a pesar de esta incongruente ola de puritanismo que se está dando en los últimos tiempos. Y no, no es que una película necesita mostrar a una mujer o a un hombre desnudos o teniendo sexo, es que sencillamente es algo natural en el día a día. Todos nosotros nos desnudamos cada mañana antes de vestirnos, para ducharnos, para relajarnos, para hacer el amor…

Es cierto que, en algunas ocasiones, esos desnudos pueden resultar algo inadecuados en el sentido de que aparecen en películas para toda la familia. Era algo normal en los 80 y 90, pero esa tendencia ya casi ha desaparecido. Las escenas de cama también están mucho más medidas, para que nadie se moleste, incluyendo a los propios intérpretes. Tal vez por ello, las estrellas de Hollywood solían desnudarse antes mucho más que ahora, incluso en papeles que tampoco lo exigían. Siempre se ha contado esa historia de poner de ejemplo a todas las grandes estrellas para conseguir que la actriz novata enseñase su cuerpo. Todas lo han hecho y han ganado premios, ¿acaso eres tú más especial que ellas? También hay actrices que han defendido a grandes estrellas que nunca habían mostrado su cuerpo desnudo en ningún película y aun así, habían triunfado. Actualmente, quien más quien menos ya ha salido sin ropa en alguno de sus proyectos, e incluso hay actrices de primera línea que han participado en películas muy sexuales. Nosotros hemos querido recoger en este top a cinco estrellas del séptimo arte que han interpretado a strippers, desnudándose delante de la cámara. Las películas, en su mayoría, no eran precisamente obras maestras, pero estos papeles sí que son inolvidables.

El deseo es uno de los pegamentos que nunca debe faltar en una pareja. Y es que para que la relación sean sana a todos los niveles, incluido el sexual, debemos cuidar de que el deseo no se pierda, que la llama no se apague. No estamos diciendo que sea lo único importante, ni mucho menos, pero recuerda la primera vez que viste a tu pareja, y el deseo que te provocó en ese momento. Es lógico que, después de un tiempo juntos las cosas cambien, pero debemos intentar que esa lujuria no se pierda, porque nos permitirá mantener una dinámica de relación mucho más exitosa. Cuando llega la rutina, cuando parece que ya nos sentimos lo mismo el uno por el otro, buscaremos cualquier excusa para volver a encender esa llama. Una escapada romántica, una cena sorpresa, una noche de cine erótico que pueda darnos algunas ideas…

El cine erótico lleva existiendo desde la invención del propio cinematógrafo, y aunque es cierto que durante años se mantuvo en un nivel undergrounnd por culpa de la siempre perjudicial censura, a partir de los años 60 emergió con películas que trataban la sexualidad de una manera elegante y erótica. En los últimos tiempos también hemos visto ejemplos de cine erótico mucho más explícito, donde las relaciones de los personajes se canalizan a través de la pasión. Ya sea películas clásicas o más modernas, lo que todo el cine erótico tiene en común es que busca generar cierto deseo, encender a los espectadores. A veces lo hace de una forma mucho más directa, cayendo casi en la pornografía, o utilizando una historia bastante simple como excusa para mostrar desnudos y relaciones. En otras ocasiones, el erotismo se mezcla con el drama para dar como resultado una pregunta mucho más profunda en la que podemos empatizar con los personajes. Pero, ¿es buena idea ponernos este tipo de películas con nuestra pareja para encender nuestro deseo?

Cuando Steve Jobs compró Pixar a finales de los años 80, después de ser despedido de Apple, lo hizo con la misión de revolucionar el cine de animación para siempre. La compañía había surgido a finales delos 70 como parte del grupo de efectos por ordenador dentro de Lucasfilm, la productora de George Lucas encargada de las películas de Star Wars. Posteriormente, con la llegada de Jobs, la firma se centró más en la animación por ordenador, culminando en el estreno de Toy Story, una verdadera revolución para el cine, al tratarse de la primera película con gráficos totalmente generados por ordenador. John Lasseter era el gran valedor de aquella producción y de la primera etapa de Pixar, que desde aquel momento, hace ya más de veinticinco años, no ha hecho más que maravillarnos con sus trabajos.

Concebida como una productora de animación infantil, Pixar ha estrenado más de una veintena de películas de un nivel general altísimo, que han entusiasmado a crítica y público, no solo a los más pequeños, sino también a los adultos, que encontraban esa ternura y también ese doble fondo en las historias de la productora. De Up a Buscando a Nemo, pasando por las secuelas de Toy Story, Pixar se ha ganado un puesto de honor en el cine del siglo XXI no solo por su derroche técnico, sino también por su manera de contar historias. Esto hace que cada vez que se preparara el estreno de alguna de sus películas, la expectación sea máxima, incluso cuando los cines están cerrados por la pandemia y la producción llega a través del servicio de streaming Disney +, como ha ocurrido con Soul. La última película de Pixar ha vuelto a maravillar y sorprender por todos los temas que trata y sobre todo, por la manera en la que los presenta.

La Navidad es sin duda alguna una de las épocas del año favoritas para mucha gente. La calle se llena de luz y color, en muchos sitios incluso nieva, lo que hace que el frío sea más llevadero, y sobre todo, nos inundamos de ese espíritu de paz, concordia y hermandad, que suele romperse en las cenas familiares, pero que siempre tratamos de mantener en todo momento, porque estamos en la época de ser buenos con los demás. La Navidad sigue manteniendo ese sentido de celebración de la venida de Cristo, pero es cierto que las compras y los gastos, las comidas familiares y con amigos, ya se han convertido en el epicentro de las celebraciones, lo que hace que las fiestas hayan perdido buena parte de su sentido… Por suerte, ahí está el cine para recordárnoslo.

Y es que desde casi su nacimiento, el séptimo arte ha dedicado muchísimas películas a hablar de la Navidad, ya sea de forma directa o indirecta, ubicando sus dramas y comedias en esta época del año, por ser tan especial. Hay todo un género que se conoce como Películas de Navidad, y que evidentemente solo tiene protagonismo en el último mes del año, porque más allá sería un poco raro ver estas películas en pleno julio, por ejemplo. En los últimos tiempos, plataformas como Netflix han apostado mucho por este tipo de películas, que son predecibles, normalmente muy ñoñas y demasiado edulcoradas, pero que encantan a mucha gente y que tiene su público, así que suelen funcionar de maravilla, llegados a esta fecha.

Escucha, Hollywood, estoy a punto de decirte algunas verdades: Muchos de tus actores favoritos necesitan volver a la escuela de teatro. Muchos de sus directores no podrían salir de una bolsa de papel mojada. Muchas de sus películas están entre los mayores crímenes jamás cometidos en el celuloide. Algunas películas son agradablemente terribles: echa un vistazo a la serie de Jason’Deep Fried Cheese’ para obtener lo mejor de la schlock, y ¿cuántas veces le has dicho a un amigo que una película es `tan mala que es buena? A todos nos encanta una buena y mala película: no es un secreto lo mucho que me gusta Beastmaster, y mientras estoy aquí sentado escribiendo, estoy viendo Home Alone 3 y no odiándolo, a pesar de que cada fibra de mi ser me dice que debería apagarlo y ponerme algo mucho menos ridículo (a pesar de que acabo de hacer un salto de canal y darme cuenta de que hay una película de televisión sobre el príncipe Guillermo y Kate Middleton encendida, creo que es mejor que me quede con el chico travieso).

Diablos, incluso vi Anaconda 3 la otra semana porque un amigo está en ella: arte de alto nivel no lo es, pero me hizo reír durante una buena hora después de haberla apagado. Mi mayor problema con Hollywood (o, de hecho, con la industria cinematográfica de cualquier país) es que el dinero no está orientado al arte. ¿A quién le importa si una película es buena o no, siempre y cuando se gane el dinero, verdad? ¿A quién le importa que el protagonista esté totalmente confundido, siempre y cuando el público acuda en masa al fin de semana del estreno, verdad? Y a quién le importa si el trabajo más conocido del director hasta la fecha es un video de Lady Gaga, siempre y cuando lo traigan a tiempo y por debajo del presupuesto, ¿verdad?

El cine para adultos se ha convertido a lo largo del tiempo en el pasatiempo favorito de los “perversos”. Tanta atención ha llamado que los números que arropan los bolsillos de las productoras alarma al resto del mundo. ¿Pero por qué? ¿A qué se debe el triunfo de las estrellas porno? En este artículo descubriremos la respuesta.  

La razón por la cual triunfa es por la visualización que llegan a tener el contenido en Internet, o bien sea hasta en la misma televisión. Sin embargo, hay varias causas por las cuales se da el triunfo del porno, como podemos comprobar en mrvideosdesexo.xxx, y algunas de ellas seguro que ya las conocíamos.