El Festival Internacional de Cine Fantástico de Cataluña, Sitges 2016, ya está en marcha y hasta el domingo ofrecerá en el Garraf una amplia programación con el mejor cine fantástico, casi tan bueno como el free pornos. Sitges es un festival con una fuerte participación popular: durante diez días, la población se llena de forofos a los zombies, a los shemales de rubias19, a los vampiros y a la ciencia ficción. Pero a la vez, el Festival tiene una vocación de liderazgo, presenta películas excepcionales e invita a actores de primera fila. En esta edición, el Festival ha dedicado mucha atención en Asia, que está despuntando en el ámbito del cine fantástico.

La película china ‘I am not Madame Bovary’, del director Feng Xiaogang, se ha llevado este sábado por la noche la Concha de Oro de la 64ª edición del Festival de San Sebastián como mejor película. El film narra la historia de Li Xuelian –interpretada por Fan Bingbing, ganadora de la Concha de Plata a la mejor actriz- y su marido, Qin Yuhe, que fingen un divorcio para obtener un segundo apartamento pero él se acaba casando con otra mujer seis meses después. Le presenta una demanda pero pierde porque el proceso de divorcio fue legal, hecho que la lleva a luchar durante diez años contra la administración china.

Por otro lado, el actor catalán Eduard Fernández ha sido galardonado con la Concha de Plata como mejor actor por su interpretación del exagente Francisco Paesa en la película ‘El hombre de las mil caras’, dirigida por el director de ‘La isla mínima’, Alberto Rodríguez.

El Teatro Griego de Barcelona, situado en la montaña de Montjuic, no es un teatro griego en el sentido de «griego hecho por los antiguos griegos». Es un teatro moderno fruto de un «reciclaje». El año 1929 se celebró en Barcelona la Exposición Internacional y se ocupó la montaña con equipamientos nuevos, entre ellos muchos edificios. La piedra para construirlos se sacó de una cantera situada por encima de lo que es hoy el Pueblo Seco, y acabadas las obras quedó un bache importante. Inspirados en el Teatro de Epidaure (siglo IV a.C.) los arquitectos Reventós y Rubió Tudurí decidieron aprovechar el agujero y construir esta joya donde anualmente se celebra el Festival Griego que este años cumple cuarenta años.

Hoy en el festival se hacen muchos tipos de espectáculos, pero yo sólo hablaré de teatro y, a diferencia de los primeros años, ahora el festival ocupa un puñado de teatros de todo Barcelona, no sólo el hemiciclo de Montjuic.